El 320d ED pertenece a la gama de vehículos ahorradores de diesel al igual que la serie BlueMotion de Volkswagen, las variantes E de Audi o los modelos BlueEfficiency de Mercedes. En las medidas de ahorro de estos coches hay una receta común: las marchas suelen ser mas largas, lo cual hace que el número de revoluciones sea menor y aumente el peso. Ya que los motores bajo estas condiciones rinden más termodinámicamente, ahorran combustible. Pero la externalidad negativa está en el sonido que emiten. Un tono gruñón suele ser la respuesta a una conducción a pocas revoluciones.
Como contramedida a esta acústica un tanto incómoda para muchos conductores, BMW ha desarrollado el péndulo centrífugo. Recordemos que este péndulo utiliza la fuerza centrífuga como elemento para la reducción de la acústica. La fuerza centrífuga es la fuerza dirigida hacia el exterior del centro (eje) de rotación que actúa sobre un cuerpo en revolución y que aumenta con el cuadrado de la velocidad.
El motivo de este sonido poco nítido son las vibraciones, las cuales provienen cuando el cigüeñal no revoluciona uniformemente y el cual esta conectado al volante de inercia. Es aquí donde el péndulo centrífugo entra en acción. Desarrollado en conjunto por BMW y la empresa LuK se trata de cuatro pletinas colocadas encima del volante bimasa. No son estáticas, por lo que se pueden mover según las fuerzas centrífugas. En consecuencia se traslada el centro de gravedad del volante bimasa.
El efecto inmediato para el conductor es: que las vibraciones y la tonalidad gruñona por una conducción baja en revoluciones es evitada. Esta innovación se aplica desde hace poco en el 330d y en el cuatro cilindros 320d.
En la práctica este sistema nos deja una impresión muy positiva. Realmente no hay vibraciones. Uno puede acelerar en las mil revoluciones sin problema acústico alguno. La consecuencia más inmediata es que en la versión más eficiente el régimen de revoluciones comienza en las 500 vueltas. Por tanto se puede conducir muy bajo de vueltas sin sufrir consecuencias en el confort.
Una innovación técnica que a oídos del conductor y para el admirador de estos coches seguramente sea estimada. A más de uno se le ha descartado por la calle de «macarra» debido a la tonalidad y al rugir de su BMW. Ahora ,gracias a esta nueva tecnología en lo acústico, quizás, los conductores de BMW pasemos por «pijos».
Nov 10 2012
320d Efficient Dynamics Edition. El ahorrador gruñón – el péndulo centrífugo –
El 320d ED pertenece a la gama de vehículos ahorradores de diesel al igual que la serie BlueMotion de Volkswagen, las variantes E de Audi o los modelos BlueEfficiency de Mercedes. En las medidas de ahorro de estos coches hay una receta común: las marchas suelen ser mas largas, lo cual hace que el número de revoluciones sea menor y aumente el peso. Ya que los motores bajo estas condiciones rinden más termodinámicamente, ahorran combustible. Pero la externalidad negativa está en el sonido que emiten. Un tono gruñón suele ser la respuesta a una conducción a pocas revoluciones.
Como contramedida a esta acústica un tanto incómoda para muchos conductores, BMW ha desarrollado el péndulo centrífugo. Recordemos que este péndulo utiliza la fuerza centrífuga como elemento para la reducción de la acústica. La fuerza centrífuga es la fuerza dirigida hacia el exterior del centro (eje) de rotación que actúa sobre un cuerpo en revolución y que aumenta con el cuadrado de la velocidad.
El motivo de este sonido poco nítido son las vibraciones, las cuales provienen cuando el cigüeñal no revoluciona uniformemente y el cual esta conectado al volante de inercia. Es aquí donde el péndulo centrífugo entra en acción. Desarrollado en conjunto por BMW y la empresa LuK se trata de cuatro pletinas colocadas encima del volante bimasa. No son estáticas, por lo que se pueden mover según las fuerzas centrífugas. En consecuencia se traslada el centro de gravedad del volante bimasa.
El efecto inmediato para el conductor es: que las vibraciones y la tonalidad gruñona por una conducción baja en revoluciones es evitada. Esta innovación se aplica desde hace poco en el 330d y en el cuatro cilindros 320d.
En la práctica este sistema nos deja una impresión muy positiva. Realmente no hay vibraciones. Uno puede acelerar en las mil revoluciones sin problema acústico alguno. La consecuencia más inmediata es que en la versión más eficiente el régimen de revoluciones comienza en las 500 vueltas. Por tanto se puede conducir muy bajo de vueltas sin sufrir consecuencias en el confort.
Una innovación técnica que a oídos del conductor y para el admirador de estos coches seguramente sea estimada. A más de uno se le ha descartado por la calle de «macarra» debido a la tonalidad y al rugir de su BMW. Ahora ,gracias a esta nueva tecnología en lo acústico, quizás, los conductores de BMW pasemos por «pijos».
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