LOS NUEVOS HÁBITOS DE TRANSPORTE DE LOS JÓVENES

Göttingen, una de las más antiguas ciudades universitarias de Alemania. Foto: http://www.revistatravesias.com

Leo con interés una noticia en Reuters que informa de una investigación desarrollada en Alemania sobre jóvenes menores de 30 años y su relación con los automóviles. Sus conclusiones son muy claras, ya que los estudiantes alemanes de ahora aparentemente «pasan» bastante de los coches, prefiriendo la bicicleta o el tren a la hora de realizar sus desplazamientos habituales.

El Instituto de Tecnología de Karlsruhe ha analizado las formas de viajar de 1.500 jóvenes germanos durante intervalos de una semana cada otoño desde 1994. Gracias a los datos recabados, se puede comprobar que este colectivo  (entre 18 y 30 años) circula menos kilómetros –en concreto, cuatro kilómetros a la semana menos que en 1995- en automóvil. Lo que me resulta sorprendente es que los desplazamientos no han disminuido, ya que en el mismo período de tiempo la distancia recorrida en transporte público se ha incrementado en cinco kilómetros y medio.

El informe resalta también que están demorándose más en sacarse el carnet de conducir y en comprar su primer vehículo, lo que indica que la tradicional atracción que siempre han sentido los jóvenes por los coches parece estar disminuyendo. Según el Instituto, esta pérdida de importancia se debe sobretodo a la mejora en el transporte público, al carsharing, al alquiler de bicicletas y al aumento de las transacciones on line que obliga a los jóvenes a desplazarse menos para realizar sus compras.

De hecho, los fabricantes alemanes no están preocupados por lo que parece un cambio en los hábitos de sus clientes, ya que son conscientes de que las ciudades universitarias alemanas suelen ser pequeñas, con lo que los estudiantes no necesitan disponer de un automóvil hasta que no terminan sus estudios. Según han explicado, lo que está sucediendo es que se está retrasando algo más de lo normal la adquisición del primer vehículo. Para entender la buena salud de la que goza el sector en Alemania no hace falta más que ver que, frente a caídas en la mayoría de mercados europeos, en el mes de septiembre han aumentado las ventas un 8%.

Además, creo que el cambio de hábitos en la movilidad juvenil está planteando una interesante oportunidad a los emprendedores alemanes, con un nuevo nicho de mercado que la iniciativa privada o, en su defecto, las administraciones, deberían cubrir. Dotando a esas ciudades universitarias de flotas de coches utilitarios eléctricos para alquilarlos por horas, los estudiantes que esporádicamente necesiten desplazarse podrían disponer de un automóvil en cualquier momento. De tal forma, el servicio quedaría cubierto de un modo limpio y ecológico.

Algo similar al Autolib parisino, un sistema de alquiler de vehículos eléctricos que permiten recoger el coche en un punto y devolverlo en cualquier otro lugar preparado por los organizadores. Pese a iniciarse con 46 estaciones, la intención del Ayuntamiento de París es establecer 3.000 estaciones de intercambio al finalizar el año 2012.

En la modalidad de alquiler de bicicletas, ya funciona en muchos municipios españoles con excelentes resultados. La idea del Autolib podría ser un éxito en cualquier ciudad universitaria, tanto alemana como española. Pese a que aquí una gran parte de los estudiantes se concentra en grandes urbes como Madrid o Barcelona, en localidades más pequeñas como Salamanca, Granada o Santiago de Compostela, con centros históricos de origen medieval y circulación complicada, podría ofrecerse algo parecido a módicos precios especiales para universitarios. Porque, aunque no hay investigaciones similares en España, estoy seguro de que les pasa igual que a los alemanes, que comienzan a sentir «tirria» hacia automóviles que no necesitan para nada y que en muchos casos son una fuente de gastos descontrolados.