La eterna duda de todos los compradores de coches es si elegir una motorización en diésel o una en gasolina. Si nos fijamos en lo que hace la gente, mayoritariamente se están decantando por los automóviles de gasoil. En los últimos datos de matriculaciones que comentamos a principios del mes de julio quedaba muy claramente reflejado: el 70% de las matriculaciones de vehículos nuevos es de motores diésel. Además, es de destacar que la tendencia es mucho más acusada en los coches de ocasión, donde los compradores se decantan mayoritariamente por el diésel.
Hay que tener en cuenta que la forma de valorar los costes de una u otra opción pueden cambiar en función de la legislación, como así ha sucedido con la última reforma fiscal en la que se fijaba el cálculo del Impuesto de Matriculación tomando la referencia de las emisiones de CO2. Como es de entender, los coches diésel, por su menor consumo, emiten menos CO2 a la atmósfera y eso se prima fiscalmente otorgando a muchos de ellos -los motores más pequeños- la exención del impuesto. Si lo comparamos con el gasolina equiparable nos encontramos con que, salvo excepciones, suelen estar obligados a liquidar el Impuesto de Matriculación, haciéndolos menos atractivos al comprador.
Antes de esa reforma impositiva el panorama era distinto. Lo normal era que los coches diésel sólo compensasen si iban a realizar más de 20.000 kilómetros al año. En caso de recorrerse distancias inferiores lo más rentable era adquirir una motorización de gasolina dado que su precio era más bajo. La decisión de decantarse por un diésel se fundamentaba sobretodo por la autonomía, que es bastante mayor que en los motores de gasolina. Había bastantes cálculos que demostraban que, recorriendo distancia superiores a 20.000 kilómetros al año, aunque el vehículo fuese más caro, se terminaba por amortizar debido al ahorro de combustible.
Actualmente la situación ha cambiado totalmente. Lo primero que se observa es que ahora suelen ser más baratos los coches diésel que los gasolina, o están muy igualados en sus precios. Eso, en mi opinión, ya me haría decantarme por uno de gasóleo, que siempre nos permitirá recorrer más kilómetros con la misma cantidad de combustible. Sin olvidar que los motores diésel tienen un par motor más alto, con lo que la respuesta, a igualdad de potencia, es más elevada que en los gasolina. Por el contrario, sigue habiendo fanáticos de la gasolina que prefieren las sensaciones más deportivas de conducir un automóvil en un rango mucho mayor de revoluciones, pudiendo circular más cerca del corte de inyección, al contrario que con un diésel, que no aumenta su empuje al superar las 4.000 revoluciones por minuto.
Para tratar de facilitar este proceso de elección, el sitio web Motorgiga.com ha creado una aplicación que permite comparar entre una u otra opción. Para ello tiene cargados los precios de todos los modelos y los consumos homologados. Además, la herramienta nos permite modificar el precio de los combustibles dependiendo del lugar donde vayamos a repostar. Para cumplimentar el formulario debemos poner los kilómetros que hacemos el año, el porcentaje que se lleva a cabo en ciudad, y el tipo de conducción. Una vez cubiertos todos los campos, el programa nos da su recomendación y una serie de gráficas sobre coste por kilómetro, precios de ambos vehículos y sus consumos, así como la amortización de uno y de otro. En definitiva: una herramienta cuyo uso debe ser imprescindible antes de comprar cualquier coche.
Jul 26 2011
DIÉSEL O GASOLINA
La eterna duda de todos los compradores de coches es si elegir una motorización en diésel o una en gasolina. Si nos fijamos en lo que hace la gente, mayoritariamente se están decantando por los automóviles de gasoil. En los últimos datos de matriculaciones que comentamos a principios del mes de julio quedaba muy claramente reflejado: el 70% de las matriculaciones de vehículos nuevos es de motores diésel. Además, es de destacar que la tendencia es mucho más acusada en los coches de ocasión, donde los compradores se decantan mayoritariamente por el diésel.
Hay que tener en cuenta que la forma de valorar los costes de una u otra opción pueden cambiar en función de la legislación, como así ha sucedido con la última reforma fiscal en la que se fijaba el cálculo del Impuesto de Matriculación tomando la referencia de las emisiones de CO2. Como es de entender, los coches diésel, por su menor consumo, emiten menos CO2 a la atmósfera y eso se prima fiscalmente otorgando a muchos de ellos -los motores más pequeños- la exención del impuesto. Si lo comparamos con el gasolina equiparable nos encontramos con que, salvo excepciones, suelen estar obligados a liquidar el Impuesto de Matriculación, haciéndolos menos atractivos al comprador.
Antes de esa reforma impositiva el panorama era distinto. Lo normal era que los coches diésel sólo compensasen si iban a realizar más de 20.000 kilómetros al año. En caso de recorrerse distancias inferiores lo más rentable era adquirir una motorización de gasolina dado que su precio era más bajo. La decisión de decantarse por un diésel se fundamentaba sobretodo por la autonomía, que es bastante mayor que en los motores de gasolina. Había bastantes cálculos que demostraban que, recorriendo distancia superiores a 20.000 kilómetros al año, aunque el vehículo fuese más caro, se terminaba por amortizar debido al ahorro de combustible.
Actualmente la situación ha cambiado totalmente. Lo primero que se observa es que ahora suelen ser más baratos los coches diésel que los gasolina, o están muy igualados en sus precios. Eso, en mi opinión, ya me haría decantarme por uno de gasóleo, que siempre nos permitirá recorrer más kilómetros con la misma cantidad de combustible. Sin olvidar que los motores diésel tienen un par motor más alto, con lo que la respuesta, a igualdad de potencia, es más elevada que en los gasolina. Por el contrario, sigue habiendo fanáticos de la gasolina que prefieren las sensaciones más deportivas de conducir un automóvil en un rango mucho mayor de revoluciones, pudiendo circular más cerca del corte de inyección, al contrario que con un diésel, que no aumenta su empuje al superar las 4.000 revoluciones por minuto.
Para tratar de facilitar este proceso de elección, el sitio web Motorgiga.com ha creado una aplicación que permite comparar entre una u otra opción. Para ello tiene cargados los precios de todos los modelos y los consumos homologados. Además, la herramienta nos permite modificar el precio de los combustibles dependiendo del lugar donde vayamos a repostar. Para cumplimentar el formulario debemos poner los kilómetros que hacemos el año, el porcentaje que se lleva a cabo en ciudad, y el tipo de conducción. Una vez cubiertos todos los campos, el programa nos da su recomendación y una serie de gráficas sobre coste por kilómetro, precios de ambos vehículos y sus consumos, así como la amortización de uno y de otro. En definitiva: una herramienta cuyo uso debe ser imprescindible antes de comprar cualquier coche.
By Altrade • Venta de vehículos • 2 • Tags: analisis de necesidades, antes de comprar, coche de ocasión, coche usado, Consejos, diesel, diesel o gasolina, gasolina, herramienta para elegir entre diesel y gasolina, nuevo, seminuevo, vehiculo, Vehículos usados