Desde hará más de 30 años que BMW y Mercedes se disputan la corona de las berlinas de gama media. Los de BMW han presentado su sexta generación de serie 3 el F30 y con ello se abre de nuevo la carrera con Mercedes.
La serie 3 tiene un nombre que defender, desde 1975 es referencia para muchos otros coches de la misma gama. Su segunda generación el E30 salió al mercado al mismo tiempo que el pequeño de los Benz, el 190. De eso hace ya 30 años y mientras que Mercedes siempre viene buscando la dinámica los BMW se han hecho más confortables. Y también en la nueva generación llamada F30 no es distinto. Con 9,3 centímetros más de longitud y una batalla hasta de 5 centímetros mayor, el confort del nuevo BMW está dado. Se da mucho espacio interior. En la cómodamente tapizada parte posterior, viajan adultos con suficiente espacio para piernas y cabeza. Al contrario ocurre con el Mercedes que transporta viajeros con falta de espacio y unos respaldos muy verticales. Piloto y copiloto se ven en unas medidas adecuadas en ambos coches, aunque en la serie 3 están integrados a un nivel más bajo que en la clase C.
En el control de los instrumentos el serie 3 aplica el formato conocido de sus otros coches de serie 1, serie 5, serie 6 y serie 7. Aquí convence con una refinada inteligencia, ergonomía y visión general sobre el manejo de la instrumentación. Más fácil que en el sistema Comand de Mercedes, aunque el Mercedes también es muy fácil de manejar. A las particularidades de botones situados en el volante, uno se acostumbra rápidamente.
Toca analizar la capacidad de maletero y en ambos casos resulta una molesta evaluación. Los cerca de 400 kilos de capacidad son para berlinas de esta envergadura demasiado poco.
Como innovación técnica destaca la amortiguación de la serie 3. Aún con neumáticos y llantas de 18″ el BMW amortigua las irregularidades de la carretera con confort. Pero al Mercedes le sobra capacidad en estos aspectos pues con el vehículo lleno de pasajeros, en el momento de baches destacados éste amortigua con precisión suprema dejando al BMW en segunda posición.
Es en el motor donde BMW arrolla al Mercedes biturbo diesel. El motor dos litros diesel acelera el 136 kilogramos más ligero BMW y consume únicamente 5,4 litros a los cien kilómetros. Lo que le da una fuerza de tiro más constante. Además la sintonía con su cambio automático de ocho marchas es perfecta. En caso de optar por el cambio deportivo (2.430 euro), el cambio de marchas sería más rápido. Pero el automático de ocho marchas es más que suficiente ya que trabaja con mucha precisión.
Dos coches hechos para la carretera cuya rivalidad está dada desde muchos años atrás. Cada vehículo tiene sus pros y sus contras y dependerá mucho del conductor, una elección acorde a sus necesidades y prioridades.
Nov 30 2012
Un rival directo para Mercedes C
Desde hará más de 30 años que BMW y Mercedes se disputan la corona de las berlinas de gama media. Los de BMW han presentado su sexta generación de serie 3 el F30 y con ello se abre de nuevo la carrera con Mercedes.
La serie 3 tiene un nombre que defender, desde 1975 es referencia para muchos otros coches de la misma gama. Su segunda generación el E30 salió al mercado al mismo tiempo que el pequeño de los Benz, el 190. De eso hace ya 30 años y mientras que Mercedes siempre viene buscando la dinámica los BMW se han hecho más confortables. Y también en la nueva generación llamada F30 no es distinto. Con 9,3 centímetros más de longitud y una batalla hasta de 5 centímetros mayor, el confort del nuevo BMW está dado. Se da mucho espacio interior. En la cómodamente tapizada parte posterior, viajan adultos con suficiente espacio para piernas y cabeza. Al contrario ocurre con el Mercedes que transporta viajeros con falta de espacio y unos respaldos muy verticales. Piloto y copiloto se ven en unas medidas adecuadas en ambos coches, aunque en la serie 3 están integrados a un nivel más bajo que en la clase C.
En el control de los instrumentos el serie 3 aplica el formato conocido de sus otros coches de serie 1, serie 5, serie 6 y serie 7. Aquí convence con una refinada inteligencia, ergonomía y visión general sobre el manejo de la instrumentación. Más fácil que en el sistema Comand de Mercedes, aunque el Mercedes también es muy fácil de manejar. A las particularidades de botones situados en el volante, uno se acostumbra rápidamente.
Toca analizar la capacidad de maletero y en ambos casos resulta una molesta evaluación. Los cerca de 400 kilos de capacidad son para berlinas de esta envergadura demasiado poco.
Como innovación técnica destaca la amortiguación de la serie 3. Aún con neumáticos y llantas de 18″ el BMW amortigua las irregularidades de la carretera con confort. Pero al Mercedes le sobra capacidad en estos aspectos pues con el vehículo lleno de pasajeros, en el momento de baches destacados éste amortigua con precisión suprema dejando al BMW en segunda posición.
Es en el motor donde BMW arrolla al Mercedes biturbo diesel. El motor dos litros diesel acelera el 136 kilogramos más ligero BMW y consume únicamente 5,4 litros a los cien kilómetros. Lo que le da una fuerza de tiro más constante. Además la sintonía con su cambio automático de ocho marchas es perfecta. En caso de optar por el cambio deportivo (2.430 euro), el cambio de marchas sería más rápido. Pero el automático de ocho marchas es más que suficiente ya que trabaja con mucha precisión.
Dos coches hechos para la carretera cuya rivalidad está dada desde muchos años atrás. Cada vehículo tiene sus pros y sus contras y dependerá mucho del conductor, una elección acorde a sus necesidades y prioridades.
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