VÍDEO: LA CIUDAD DE LAS PRÓXIMAS DÉCADAS

Foto: www.festivalofideasnyc.com

Estoy convencido de que hay que mirar al futuro. Pero no puedo dejar de hacerlo a través de la perspectiva actual. Debido a eso, por más que tengo claro que el porvenir de la movilidad personal va a ser muy distinto, sigo imaginándolo con parámetros de este tiempo. Puede ser que no esté dotado para la ciencia ficción. O quizás es que soy excesivamente racional.

De cualquier forma, muchos coinciden en afirmar que, en caso de que sigan exisitiendo los coches dentro de unos años, estos no dispondrán de un motor de combustión. Por eso me produce miedo observar que en España el precio de la energía eléctrica está sufriendo una escalada de precios que parece no tener límite. ¿Qué será de los precios de la luz cuando aumente todavía más la demanda debido a la implantación mayoritaria de los vehículos eléctricos?

No obstante, leyendo los trabajos del Audi Urban Future, tal vez mis miedos sean infundados y no tenga tanta importancia la energía que mueva a los automóviles. Es díficil predecir lo que sucederá a medio plazo. Por eso me encanta la forma de ver el futuro de algún gurú como Chris Anderson, director de la revista Wired: “Conduje mi coche al trabajo. Cada elemento de esta frase será ridícula para mis hijos. ¿Conduje? , que el coche tenga que conducirse será arcaico para ellos. ¿Mi coche, la noción de propiedad también va a cambiar. ¿Al trabajo? Implica que hay una localización donde se trabaja, cuando cada vez más la gente trabajará en cualquier lugar”.

Como ya dijimos en un especial sobre el simposio organizado por la marca de los cuatro aros, la tendencia para el año 2030 es que la tierra estará habitada por 7.000 millones de personas. El 70% de ellos vivirán en megaciudades. Y no hace falta irse a grandes urbes como Nueva York, Bombay o Ciudad de Méjico. En nuestro propio país cada vez se está acusando más una propensión a la concentración de grandes masas de población en unas pocas áreas metropolitanas, frente a un despoblamiento masivo de grandes zonas caracterizadas por su baja actividad económica.

A pesar de haberlo tratado ya, el asunto me parece muy sugerente y creo que puede dar para varios post. Por eso he seguido investigando por mi cuenta y me he leído prácticamente todo lo que ha caído en mis manos sobre el futuro del urbanismo. Y el urbanismo debe evolucionar a la par que el automóvil. Es imprescindible que ambas partes remen en el mismo sentido, ya que la gente no va a renunciar a los coches, por muy incómodas que se vuelvan las ciudades.

El vídeo que complementa este post es muy visual y ayuda a entender los conceptos que manejan los expertos reunidos por Audi para que, a base de creatividad e imaginación, dirijan su mirada al futuro con la intención de anticiparse al mismo. Los temas que tratan son apasionantes pero muy complejos. Incluso a veces cuesta entenderlos. Como explican de un modo muy certero en la revista Autopista, las palabras se entienden pero se pierde gran parte del mensaje por culpa de unas afirmaciones algo rebuscadas y de unas preguntas con respuestas implícitas, apenas sugeridas, levemente susurradas.

Parece que nos encontramos ante una revolución protagonizada por las redes sociales y la interactividad. El mundo ya está interconectado, y el futuro parece percibirse como un entramado cada vez más tupido de redes de distintos niveles. La tecnología evoluciona a velocidades sorprendentes, sobretodo en el ámbito de las comunicaciones. Quizás dentro de veinte años ya no sea necesario que las ciudades queden delimitadas por espacios exclusivos destinados a peatones y otros para los coches. Tal vez nuestros nietos caminen por vías sin aceras ni carriles que canalicen el tráfico.

La electrónica parece indicarnos que el asfalto terminará por convertirse en “inteligente”. Entonces todos los que usan las calles podrán circular por ellas, reservando su uso mediante diodos luminosos. Por otra parte, las trayectorias de los automóviles serán previsibles y un sistema de inteligencia artificial podría ordenar y redirigir el tráfico en caso de existir la posibilidad de una colisión. De ese modo, la tecnología coordinaría el uso compartido de la calle por vehículos y viandantes.

http://www.youtube.com/watch?v=GWwB4EUUSiA&sns=em